Las personas dejan el gimnasio, la actividad física, porque se dan cuenta de que ese objetivo que se pusieron antes de empezar, esa meta que supuestamente hay que escribir y visualizar, lleva mucho esfuerzo.
El pico de “motivación” con el que empezaron baja drásticamente y aparecen los pensamientos:
“no veo los resultados
estoy igual,
estoy gastando plata,
perdiendo el tiempo,
da lo mismo”.
Ahí es cuando entro yo y les digo:
“BIENVENIDAS AL CENTRO DE REHABILITACIÓN FORTI”.
Acá no hablamos de metas, no hablamos de objetivos, no visualizamos nada.
Hablamos, y sólo lo necesario, sobre necesidades, estado físico y conocimiento técnico.
Nos concentramos en que la flexión de rodilla sea la mejor flexión de rodillas; en darle valor al movimiento por sí solo, despojado de todas las expectativas.
Con el enfoque de hacer lo mejor, de ser la mejor, que sólo es sincrónico al movimiento, creamos un pico de adrenalina.
Y ese pico, el de la exigencia y el compromiso con el movimiento, no se diluye, ni se vence.
